

Después de ganar en Chaves, Diego Parrondo, trabajó en alivianar la Chevy que estaba unos 90 kilos, por encima del mínimo reglamentario.
El de Santa Clara del mar, junto a su padre y equipo, además de los repasos tradicionales, se le lograron bajar unos 50 kilogramos, cuestión por demás importante en la performance de los autos de competición.
Gustavo Peñaloza, repasó y ensambló el motor después de la verificación técnica de Chaves, esperando que siga tan competitivo, como hasta ahora.
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